miércoles, 17 de febrero de 2010

La forma




Hace unos días Javier fue a ver una exposición con su aita. Le gustó tanto que quería volver conmigo. Así lo hicimos el otro día y la verdad es que la disfrutamos los dos un montón. Javier me leyó absolutamente todos los carteles y cuando nos íbamos....se le empezaron a llenar los ojos de lágrimas porque...¡era el último día y ya no iba a poder volverla a ver!

1 comentarios:

Missi dijo...

qué buena exposición!! Me encantan los niños con inquietudes. Me ha impresionado que sufra el vacío cuando una expo se acaba, a mí me entra una sensación agridulce tambien cuando voy a una exp, y pienso que pronto se marchará a otro lugar y puede que nunca más vuelva a disfrutarla. Pero él es un niño!! un niño admirable!!!